27 noviembre 2008

Hoy hace un año...

... más o menos a estas horas llegaba, después de recorrer 775 kilómetros a través de la geografía española, a Santiago de Compostela y me encontraba frente al Pórtico de la Gloria acompañado de mi buen amigo y compañero peregrino Miguel de Vigo y de las peregrinas de Salceda de Caselas Mónica, Yoli, Tania, Mucha y Pilar. No voy a decir que fuera el momento más especial del camino, ni que sea una fecha más relevante que otras por lo que sentí al llegar delante del apostol, destino inevitable del largo peregrinar que me había ocupado durante más de un mes. Simplemente marcaba un punto dentro del camino, en mi caso un punto y seguido, que ponía fin a unos días intensísimos llenos de buenas experiencias y de situaciones enormemente enriquecedoras y gratificantes. Pero fue el colofón a un sinfín de sensaciones cuyos ecos todavía retumban en mi corazón y que si he de ser sincero, dejaron una huella imposible de borrar.

Como muchos dicen, más camino y menos Santiago. Porque Santiago es en muchos casos la meta, sí, pero lo verdaderamente importante se ha dejado atrás en cada recodo del camino, en cada cuesta hacia las cumbres, en cada sendero surcado por las botas ajadas del peregrino. Es durante la gran travesía donde se abastece nuestro corazón y nuestro alma de nuevas fuerzas y bríos que nos permiten afrontar con serenidad y paciencia los envites del camino. Y es después de haberlo vivido cuando uno llega a Santiago con la sensación de los deberes cumplidos, con la cabeza bien alta y a su vez con una dosis de humildad y reconocimiento a lo divino por habernos permitido alcanzar nuestro fin.

Hoy, un año después, no puedo dejar de acordarme de todos aquellos peregrinos con los que compartí tantos momentos durante mi Camino del año 2007, a los que también sumo los conocidos este año en mi andadura por el Camino Aragonés rematado hace un mes en Eunate.

Ellos, vosotros, caminaréis conmigo siempre.



ULTREIA ET SUSEIA!!!!



1 comentario:

Anónimo dijo...

eso, como el Liverpool... nunca caminarás solo.