EXTREMÚSICA 2006

El fin de semana pasado tuvo lugar en el recinto hípico de Cáceres el EXTREMÚSICA 2006. He aquí el video que resume lo mejor de lo acontecido durante este esperado evento.

Allí estuvimos nosotros para contarlo y realizar esta crónica:
Llegamos allí

cuando ya había oscurecido, y a pesar de que teníamos la tienda montada (gracias a los colegas de Santi), no pudimos llegar a ver el concierto de Loquillo. Pero vamos a lo que sí pudimos disfrutar. Tras recoger nuestra pulsera rosita, entramos en el recinto y llegamos a la mitad del concierto de Pereza. La verdad es que los grupos del viernes no nos motivaban mucho. Tras Pereza, volvimos a ver un poco a Kiko Veneno (le habíamos visto el día antes en Pobreza Cero), y al rato nos fuimos a tomar algo para cenar y a encontranos con las malagueñas. Todos nos acercamos a ver que tal se lo montaban los Delincuentes, pero tampoco nos motivó y el escuadrón de Madrid se fue a tratar de dormir, acompañados de ese ruido infernal que procedía de la megacarpa rave afterhour pastillera y alternativa situada cerca de nuestra tienda.

Y llegó el sábado, y tras un desayuno curiosón, nos fuimos a tomar unos tintos de verano y nos preparamos para afrontar el gran día que se nos venía encima. Los conciertos empezaban a la una, pero no era hasta las seis cuando empezaba lo que yo quería escuchar: Porretas, Boikot, Barricada y Mojinos Escocíos (los cuatro así, seguiditos).
Antes de esto nos acercamos a palpar el ambiente matinal, mientrás veíamos al Dr Sapo, Parabellum y a los mexicanos Vantroi. Todo esto lo vimos tranquilamente desde las gradas. Después fuimos a la zona de acampada a comer. Mis compañeros de viaje se quedaron echando una cabezadita y yo fui raudo a ver a los Porretas, porque aunque parezca

Yo delante de los dos escenarios------Ya empezaba a congregarse la gente-------------------Los Porretas en acción
inaudito, los conciertos estaban empezando con unos 15 minutos de adelanto sobre el horario previsto. Un buen hortalezí siempre se emociona al ver a los Porretas sobre el escenario, tocando esos temas ya clásicos

(Si lo se me meo, el deudor del Condado de Hortaleza, los Doce Mandamientos, Marihuana, Los Porretas, Dos pulgas en un perro, La del Furbol...) y algunos nuevos como Kalimotxo que siguen sonando igual de frescos y ligeros.

Inmediatamente después tocaron los vallecanos Boikot, entusiasmando a sus muchos seguidores. Brillaron con luz propia canciones como Pueblos, Mentiras, Hasta Siempre, Nos quieren detener o Tekila. Hubo mucho movimiento y mucho baile pogo: estuvo genial.

Palmas para Boikot (cuanta pulsera rosa)----------- La gente se divierte---------Barricada dando caña--
Terminaron Boikot y llegaron Barricada con "el Drogas" a la cabeza. Otra horita de buena música rematada magistralmente por esos himnos que son ya Oveja Negra y En Blanco y Negro. Rock hispano puro y duro. Con Barricada llegaron de nuevo los colegas de la siesta, que no se iban a perder estos grandes momentos, y también llegó la noche, que ya era hora, porque el sol nos había estado pegando de los lindo en la esplanada en la que tenían lugar los conciertos, y buena prueba de ello serían nuestras caras enrojecidas los días posteriores al evento.

Volviendo a los conciertos, era el turno de los Mojinos Escocíos, con el Sevilla como voz y comediante. No sabía muy bien que nos iba a ofrecer este grupo, y lo que nos dio fue los momentos más divertidos de la noche. Con ese gracejo andaluz y con sus melodías guitarreras y sus letras jocosas se metieron al respetable en el bolsillo, de manera que todos cantábamos al unísono, al ritmo del "Whatever you want" de Status Quo, aquello de "No vale pa' na", y canciones como Mi Jefe, Jerónima, Al Carajo o Que güeno que estoy. Reseñable el vestuario, toda la banda disfrazada de vikingos con sus cuernos y tó. Vamos, fue un show.

Vi el principio del concierto de La Cabra Mecánica, pero mis piernas y mi estómago me llevaron a comerme un perrito primero y a cenar con los demás después.

Y bueno, de nuevo nos dirigimos a los dos grandiosos escenarios en los que en breve iban a desplegar todo su potencial otras tres bandas míticas de la música española de los últimos años: Reincidentes, Barón Rojo y Celtas Cortos.

Aproveché que la veterana banda alemana de thrash metal Kreator todavía hacía rugir sus guitarras para acercarme por la zona de mercadillo y comprarme una sudadera y tomarme un Acuarius con el que cogí las fuerzas suficientes para botar y bailar al ritmo de los Reincidentes. Hacía ya tiempo que no los veía en directo, y ya tenía ganas de volver a disfrutar con temas como Grana y Oro, Resistencia, Corre, Vicio y el mítico Jartos d'aguantar, que tocaron junto a los Porretas y Boikot. Digo sin miedo a equivocarme que fue el concierto que más gente reunió, y no fuimos pocos los que allí nos congregamos para disfrutar de este festival que rinde culto al Rock español. Cuando Fernando y compañía se despidieron con el inolvidable Jartos d'aguantar, una parte del público se retiró hacia las zonas de acampada, exhaustos de tanto rock, alcohol y dios sabe que más cosas.
Pero otros muchos nos mantuvimos allí, y mereció la pena. Los veteranos Barón Rojo no defraudaron. No en vano llevan más de 25 años en el candelero. La fuerza de sus temas, la potencia de sus guitarras, la descarga de su rock en directo penetró en los cuerpos de los presentes y nos deleitó con contundencia. Larga vida al Barón (que actuará en las fiestas de Hortaleza el sábado 27 de mayo).

Nuestra zona de acampada------------Así terminé, a las 5:45 AM (sin comentarios)--------Y así terminó el suelo
Y por fin llegó el último concierto de festival, y tardó en llegar más de lo deseable, ya que problemas con las vias de sonido lo retrasaron más de media hora, y la verdad, tras todo un día de conciertos uno no estaba para retrasos. Pero allí se aguantó estoicamente, hasta que los Celtas Cortos, de nuevo con Jesús Cifuentes a la cabeza, comenzaron a desplegar su repertorio. Para un seguidor del grupo como yo era un momento especial volver a ver al cantante original con el resto de la banda. Se echa de menos a Carlos Soto a las flautas y otros instrumentos de viento, pero la verdad es que el sonido que obtienen los actuales componentes de Celtas no está mal. Cuando más se echa de menos al flautista es en la comunicación con el público, ya que al Cifu hay veces que parece que le falta un hervor.
En lo estrictamente musical el concierto falló un poco técnicamente (el sonido fue bastante pobre), pero el grupo se entregó y nos ofreció casi una hora y media de sus antológicas canciones, sazonadas con alguna de las que formarán parte de su próximo disco. Vibré especialmente escuchando Haz Turismo, Hacha de Guerra, El Emigrante, Legión de Mudos, 20 de abril, No nos podrán parar y la inimitable Senda del Tiempo. No se ya si está es la séptima o la octava vez que he visto a los Celtas en directo y todavía hay momentos en que se me eriza el vello con sus melodías. Me gustó especialmente los momentos que dedicaron a tocar temas instrumentales, con ese toque Celtas tan chulo, porque me confirma que no van a volver a tratar de introducir tendencias electrónicas como en el último disco de estudio junto a Cifuentes (Tienes la puerta abierta, vaya truño!).

Y tras los Celtas, uno volvió a intentar dormir con el chunda chunda de la carpa rave de fondo, cansado, pero feliz por el emocionante día vivido.

Y yo me pregunto: ¿Cómo he tardado 28 años en asistir a un festival de este tipo?

Sin duda debo repetir.

Mi mochila, toda recogida