Cuatro meses y unos días después de la última actualización de este espacio vuelvo a escribir una pequeña reseña para anunciar que vuelvo a ponerme en CAMINO.
Y escribo CAMINO así, en mayúsculas, porque sumergirte en el Camino de Santiago es algo superlativo, especial, diferente. En esta ocasión pretendo recorrer el Camino Portugués desde Oporto hasta Santiago de Compostela. Son unos 230 kilómetros transitables comodamente en unas diez etapas (o eso espero).
Hoy, a tan solo unas horas de tomar el avión que ponga mis pies en el país luso, siento nuevamente el hormigueo de la aventura, esas ganas de reencontrarme con las sensaciones que te embriagan en el Camino y la inquietud ante lo desconocido, porque voy a recorrer unas tierras en las que nunca he puesto mis pies y me voy a enfrentar a un país diferente al mío; país vecino, sí, pero con distintas costumbres y distinto idioma.
Siempre queda también una sensación de pena al no poder compartir insitu esta experiencia con la gente a la que más quieres, y un pequeño vacío al separarte, aunque no sean ni quince días, del ser amado. Volveré pronto y seguró que, por lo menos, con una experiencia más a mis espaldas.
Ya tengo la mochila preparada, la ropa lista para mañana y solamente queda despedirme esperando que el apóstol ilumine mis pasos en mi nuevo periplo xacobeo.
Buen camino!!!
