Fin de semana de conciertos de los que voy a tratar de plasmar aquello que me han transmitido.
El jueves, conciertillos en el Palacio de los Deportes bajo la campaña Pobreza Cero auspiciada por la Coordinadora de Ongd en España y que busca terminar con una de las peores lacras de nuestra sociedad, aquella que permite que miles de personas mueran todos los años a consecuencia de su situación de extrema pobreza.
El objetivo del concierto era presionar a los líderes políticos para que cumplan sus promesas de erradicar la pobreza en el mundo, con medidas como la condonación de la deuda extrena, el 0,7% ... Al menos se consiguió congregar a 15.000 personas (localidades agotadas).
Pero hablemos de los conciertos. Comenzó el que fuera cantante de Los Piratas, Ismael Ferreiro. Poprock poco conocido, pero esforzado. Bueno, no estuvo mal... .
Después salió Carlos Goñi (Revolver), que me parece a mi que ya está un poco pasadete y su música me aburre, aunque me gustó la cancioncilla esa del Faro de Lisboa...
Tras Revolver, Ismaël Lô, artista senegalés que no toca mal la guitarra, pero que con sus canciones pausadas "amuermó" un poquito más la noche...
Y llegó el momento en que salió Kiko Veneno y la alegría y el buen rollo que respiraba el buen hombre, unido a su música rumbera y bailonga, nos otorgaron los mejores momentos de la velada, con canciones ultraconocidas como "Echo de menos", "Menphis Blues" o "Volando voy"...
Después salió el que quizás fuera el artista más esperado por las 15.000 personas que estuvieron allí, Antonio Orozco, y el chaval se entregó a su público, aunque a los que no nos gusta pues nos dejo un poco indiferentes...
Y ya a las tantas cuando más de la mitad de la gente se iba a casita, que al día siguiente había quecurrar, salieron los "muchachos" de La Unión, a hacer unas versiones pesadísimas de sus grandes temas de los 80 y de los 90. Poner a grandes canciones como Maracaibo, Lobo Hombre en Paris o Sildavia ese chunda chunda de fondo, ese ritmo martilleante que se supone que incita al baile sería un delito si las versiones las hicieran otros. Como las hacen ellos mismos no se como llamarlo...
Y bueno, eso fue todo. Se vio que estas cosas son capaces de mover a mucha gente a pesar de ser un jueves (el palacio estaba lleno) y aunque muchos seguramente no sabían el motivo que los convocaba, allí estaban. La lucha sigue...
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