EPÍLOGO (OVIEDO –
GIJON – OVIEDO – MADRID)
Lunes, 6 de mayo de 2013
Con el camino ya completado me levanto este buen lunes en el
albergue del Salvador de Oviedo. He escuchado levantarse y partir a los
peregrinos que dormían en mi habitación y yo, como no tengo prisa, me lo he
tomado con calma. Aún así, en torno a las 8:30 me levanto y recojo todas mis
cosas con calma y tranquilidad. Hoy mis rutinas son algo diferentes a otros
días. Guardo en la mochila toda la ropa que suelo utilizar para caminar. Me
pongo las zapatillas en lugar de las botas, la camiseta de “paseo” en lugar de
las “técnicas”, el forro polar en lugar de la sudadera y el pantalón de
repuesto en lugar del de trekking.
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La Regenta y la Catedral |
Salgo del albergue en torno a las 9:00 y para desayunar
elijo un bar camino de la catedral que tiene buena pinta. Cuando estoy
desayunando mi café con croissant a la plancha y zumo de naranja caigo en la
cuenta que fue el mismo lugar en el que desayuné hace unos años cuando
comenzaba mi camino Primitivo (que coincidencia). Debo decir que estaba todo
muy rico, pero que el precio no es que fuera económico precisamente.
Durante el desayuno pienso en el Camino recorrido estos días. Ha sido uno de los más bonitos en cuanto a paisajes y, aunque ha durado poco, ha sido intenso. Se podría decir que ha sido una versión express del Camino. También ha sido grato disfrutar de la compañía de "tantos" peregrinos (tantos para este camino), lo que ha enriquecido la experiencia. En comparación con otras andaduras, quizás por los escasos cinco días, no he tenido tiempo de emprender un "viaje interior" tan profundo como en otras ocasiones, pero también es verdad que solo
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El Peregrino y la Catedral |
el hecho de disfrutar de los inconmensurables escenarios por donde transcurre el camino ya te deja una huella indeleble que queda prendida para siempre en tu alma.
Tras el desayuno me dirijo a la zona de la catedral a
hacerme unas fotos, y luego voy dando un paseo hasta la estación de tren. Mi
idea es dejar la mochila en consigna y acercarme hasta Gijón en tren para darme
un paseo por la playa de San Lorenzo. Al llegar a la estación, me sorprendo al
no encontrar las consignas. Pregunto y me comentan que han sido suprimidas en casi
todas las estaciones. Sinceramente, me parece una faena y es un servicio
bastante utilizado por los viajeros. Un punto negativo más para Adif, Renfe o
quien quiera que gestione estas cosas.
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Parroquia de San Pedro Apostol .Gijón |
Por suerte, de mis anteriores visitas a la ciudad recuerdo
que la estación de autobuses está cerca y puede que allí tenga más suerte. Al
dirigirme allí comienza a llover. Es una pena. Llevamos dos días seguidos con
un tiempo estupendo y precisamente el día que me quiero acercar a la playa
vienen las nubes y la lluvia. Algo mojado llego a la estación de autobuses y
allí si hay consigna. Ya que estoy allí, elijo ir en bus a Gijón, que es más
rápido y algo más barato.
Tomo el autobús y en una media hora estoy en Gijón. Al
llegar descubro que la antigua estación de tren está cerrada. La nueva y
provisional está algo más lejos del centro y de la playa de San Lorenzo, lo cual es bueno
saberlo de cara al regreso a Oviedo para tomar el tren de vuelta a Madrid.
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Playa de San Lorenzo Gijón |
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Palacio de Revillagigedo |
Primero de todo me acerco a la oficina de Turismo para
conseguir un plano de la ciudad. Después me dirijo a través de la Plaza Mayor a la playa de San Lorenzo. Aunque no hace un gran “día de playa”, mientras no
empiece a llover puedo pasearme por su orilla. Es una gozada, después de tantos
kilómetros de caminata, poder pasear con los
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Peregrino en la playa |
pies descalzos sobre la fina arena
de la playa y dejar que el agua gélida moje tus pies y te reactive la
circulación.
Recorro la playa de punta a punta y me distraigo realizando unas fotografías. Decido sentarme un rato, disfrutando de la la brisa marina, a escuchar el romper de las olas al llegar a la costa junto al graznido de las gaviotas.
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¡Qué sube la marea! |
Como el día es algo desapacible, comienzo a sentir algo de
frío. Me visto y me acerco hasta la escalerona, uno de los puntos de reunión de
la ciudad, donde tomo otras tantas fotos y abandono la playa. Voy a buscar un
lugar donde comer. Encuentro un menú económico a mi gusto en un local cerca de la Plaza Mayor. Hoy es el último día
en el que puedo disfrutar de lo bien que se come en toda esta tierra asturiana
y por precios económicos.
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El elogio del horizonte |
Después del almuerzo, me dirijo a Cimadevilla dando un paseo
para digerir mejor la comida. Cuando me estoy acercando al parque del Cerro de
Santa Catalina el típico “orbayu” comienza a humedecer mi cara. Al llegar ante
el “El elogio del horizonte” de Chillida contemplo las maravillosas vistas que
se obtienen desde este lugar. Enfrente, el cantábrico, ahora gris y encrespado.
A mi espalda, la ciudad de Gijón. A un lado la extensa playa de San Lorenzo y
al otro el rompeolas que salvaguarda el muelle y la playa de Poniente.
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Rompeolas en Gijón |
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El mar azotando los acantilados |
A pesar de la fina lluvia y del viento, disfruto de este
momento tan representativo de la meteorología de esta tierra. Para no
empaparme, pienso en descender hacia una zona menos expuesta a las condiciones
climatológicas adversas. Por fortuna, la lluvia me concede una tregua y prosigo mi
descenso hacia el muelle disfrutando de la zona de acantilados, contemplando
romper las olas contra las rocas y oteando el vuelo de las gaviotas.
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Playa artificial de Poniente |
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La gaviota otea el horizonte |
Llego hasta el rompeolas y recorro el paseo del muelle hasta
llegar a la playa de Poniente. Me despido ya del mar y desde este lugar, donde
hay unos edificios que parecen grandes barcos, me dirijo a la nueva y
provisional estación de tren. En unos minutos la alcanzo. Aprovecho que el
billete de tren de larga distancia Oviedo-Madrid incluye billete de cercanías
en origen y destino para ahorrarme el billete hasta la capital asturiana.
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Estación provisional de Gijón |
Al llegar a la estación de tren de Oviedo tengo que ir a
recoger mi mochila a la estación de autobuses y volver de nuevo a la de tren
para tomar el que me llevará de vuelta a casa. Voy con tiempo de sobra y no
tengo ningún problema. Con el repiqueteo de la lluvia abandono Oviedo. A las 17:50 cojo el tren y poco antes de las 23:00 este
se adentra en la capital dirección Chamartín, donde me está esperando Virginia.
Vuelvo a casa. El Camino del Salvador ha terminado. La experiencia peregrina de este año 2013 me ha parecido muy exigua, por lo que pronto comenzaré a planear otra gran aventura que me llevará de nuevo al Norte de la península y me traerá más gratas experiencias.
Pero eso ya es otra historia...
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Camino del Salvador 2013 |
2 comentarios:
Excelente tu blog!! todo muy bien explicado y me he enterado de muchas cosas que no sabía y que servirán seguramente para mi primer camino. Te dejo un saludo desde Argentina y te felicito por los caminos recorridos!!
Sin quererlo he encontrado este tu blog y me ha sido muy grata la lectura y tus aventuras peregrinos cas. Te mando un cordial saludo desde Poladura de la tercia, para ser exacto desde la Posada el Embrujo
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