Una bici, una ilusión

Hoy me ha costado levantarme un poco más que otros domingos. Y es que mi cuerpo debía reponerse de los ejercicios a los que le expuse en la tarde de ayer. No fue una gran paliza, ni un esfuerzo agotador, ni tan siquiera una dura jornada deportiva. No.

Ayer simplemente fue el día en el que al fin estrené mi nueva bicicleta con un paseo por los alrededores de mi barrio, recorriendo una pequeña parte del carril bici y dando una vuelta al Parque Juan Carlos I. Hacia una placida tarde cuasiprimaveral y decidí que era un buen momento para salir a hacer algo de deporte y probar las prestaciones de mi velocípedo.

Las primeras sensaciones fueron buenas, y espero que el paseo de ayer se convierta en el primero de muchos futuros paseos que me permitan mantener una mínima forma física y que me ayuden a no oxidarme con esta vida tan sedentaria en la que estoy empezando a caer.



Y en cuanto vuelva el buen tiempo, volverán los Paseos por la Sierra!!!!!