Miércoles 18 de septiembre de 2013
24,1 Km 6 horas
|
Albergue de Cistierna: habitación |
|
Mapa gigante del Camino Vadniense |
Después de una plácida noche en una de las habitaciones
dobles del acogedor Albergue de Cistierna, me levanto a las 8 de la mañana. Me
aseo y gracias al microondas desayuno leche caliente y unos bollitos de
chocolate comprados el día anterior.
|
Albergue de Cistierna |
|
¿Qué camino seguir? |
Tomo unas fotos del albergue. En una de sus paredes destaca
el gran plano con “El Camino Vadiniense”. Después recojo mis cosas y salgo
sobre las 8:50.
La salida de Cistierna por el camino no está del todo bien
señalizada, pero a pesar de ello, pronto me encuentro caminando por los llanos
que ahora se presentan ante mí. La montaña ya queda atrás y ahora solo me queda
llanear junto a los ríos que recorren estas tierras.
|
Río Esla |
|
Sigue la flecha |
Primero sigo la carretera de salida del pueblo y luego giro
a la derecha por caminos hasta llegar junto a la vía del tren. Alguna que otra
flecha amarilla confirman el buen camino. Pronto las casas quedan atrás. Llego
de nuevo a pisar asfalto junto a la denominada Cruz del Molino. Por esta
carretera llego hasta el río Esla, que el camino cruza por el Puente del
Mercadillo, donde un panel informa de su historia y de la etapa de hoy del
camino vadiniense.
|
Cruz del Molino |
|
Puente del Mercadillo |
A partir de este punto las flechas amarillas sobre fondo
azul que indican el camino se nos muestran bidireccionales.
El camino trascurre
por caminos más o menos paralelos a la carretera, y que en algún que otro lugar
se encuentran invadidos por la vegetación.
|
Camino entre árboles |
|
Más señales |
En torno a las 10:15 llego a la localidad de Modino, donde
me cruzo con el camión del butano. Salgo del pueblo y por un camino de cemento
llego al cementerio.
En este punto una flecha amarilla me invita a continuar
por un camino de tierra bordeando el camposanto junto a su tapia derecha.
|
Butanooooooo |
|
Llegando al cementerio |
Llevo ya un rato con un dolor intenso en el empeine de mi
pie izquierdo. Es un dolor nuevo para mi, y supone una molestia bastante
incomoda para caminar.
El camino en algunas ocasiones cambia de dirección, lo que
me lleva a pensar que caminar por la carretera haría la etapa más corta. Eso me
recomiendan algunos paisanos con los que me cruzo, pero yo prefiero andar por
caminos de tierra y no sobre el duro asfalto. Me da la impresión de que la
ganancia en tiempo por la carretera no sería mucha.
Consigo superar indemne estos pequeños obstáculos que me
pone la naturaleza y llego hasta la carretera que me conduce en unos metros
hasta Santibáñez de Rueda.
|
Llego a Santibánez de Rueda |
|
Flecha bidireccional |
Poco antes de entrar en este pequeño pueblo un hombre me
saluda desde sus tierras y me comenta que él acaba de volver de hacer el Camino
Francés y que le ha encantado la experiencia. Me ofrece algún que otro producto
de su huerta que rechazo amablemente.
|
Mi pie un poco hinchado |
|
Campanario de Santibañez |
Continúo hasta el centro del pueblo donde paro a descansar
enfrente de la iglesia y junto a una gran fuente. Son las 11:30.
Me quito la bota izquierda y me aplico calmatel en mi pie
dolorido. Lo tengo levemente hinchado.
Bebo y como algo de chocolate. En unos veinte minutos vuelvo
a calzarme y retomo la marcha. Por unas pintadas en el asfalto veo que quedan
unos 12 kilómetros
hasta Gradefes.
|
Mansilla a tiro de piedra |
|
En Carbajal me cruzo con caminantes |
Continúo caminando por caminos de tierra más o menos
cercanos a la carretera y la verdad es que voy muy a gusto. Decir que esa
carretera está muy poco transitada y que los tramos en los que toca caminar por
ella no se hace muy penoso ya que no hay casi tráfico.
|
Tomo la pista de tierra |
|
¿Cuanto queda? NueBe kms. Duele. |
Unos cincuenta minutos después de reemprender la marcha
llego a Carbajal de Rueda. Poco después una pintada en la carretera me deja en
shock(!). Abandono de nuevo el asfalto para transitar por anchos caminos junto
a un canal de agua.
|
Iglesia de Villacidayo |
|
Canal que da frescor al caminante |
A las 13:30 llego a Villacidayo en cuyo centro seis perros
me reciben ladrando sin parar. Paso junto a la iglesia y decido descansar cinco
minutos a la salida del pueblo. Me bebo un kas naranja que llevo en la mochila
y continúo con la intención de llegar a mi destino lo antes posible.
|
Grandes pistas junto a arboleda |
|
Saliendo de Villacidayo |
Transito de nuevo por grandes pistas de tierra junto a
campos de labranza. Cuando me quiero dar cuenta llego a una carretera un poco
más ancha que sigo unos metros para entrar en Gradefes. Son poco más de las
14:30. Me dirijo al ayuntamiento para registrarme y conseguir las llaves del
albergue. Este cuesta 5 € y se encuentra al final del pueblo.
|
Llegando a Gradefes |
|
Cilindros de paja |
Al parecer antes que yo han llegado dos peregrinos que se
han llevado la llave. Por fortuna, la mujer de la limpieza, que se encuentra en
el ayuntamiento en ese momento, dispone de otra llave y me la presta.
Gradefes es un municipio que incluye bajo su ayuntamiento a
unas cuantas pedanías que se encuentran a su alrededor. Sus casas se disponen
principalmente a lo largo de su calle principal por lo que es muy alargado. En
él hay tres bares, pero no tienen menú para comer, por lo que decido ir a
ducharme y tomar algo de mis provisiones.
|
La calle principal |
|
El albergue de Gradefes |
El albergue se encuentra en el extremo suroeste, en mi caso,
a la salida del pueblo, en el primer piso de un edificio de fachada blanca y
convenientemente señalizado con una gran concha amarilla y azul. Está todo muy
nuevo.
Me instalo en una habitación en la que hay seis camas en
tres literas. Tiene un baño en la misma habitación, donde me doy una buena
ducha.
|
Monasterio de Sta. Mª la Real |
Ya duchado me preparo una sopa de sobre y aprovechando que
hay detergente y lavadora hago la colada.
Bajo a dar una vuelta, entrando a la pequeña joya que es el
Monasterio de Santa Mª la Real
del siglo XII. Construido en la transición del románico al gótico, fue el
primer monasterio femenino del mundo en rodear su altar mayor con una girola.
|
Peregrino admirando el monasterio |
|
Canecillos del monasterio |
Cuando salgo del monasterio paso por un bar donde veo como
España vence a Serbia pasando a Semifinales del Eurobasket y luego voy a
comprar. Me hago con unos tallarines a la carbonara que me cenaré por la noche
acompañados de pan y una copa de chocolate.
|
Girola rodeando el altar |
Vuelvo al albergue. Mientras escucho el fútbol meriendo algo
de fuet que llevaba aún en la mochila y me como unas pipas recostado en uno de
los cómodos sofás del albergue.
Después me ceno los tallarines y charlo un poco con los dos
peregrinos que también descansan en el albergue. Me cuentan que ya han
concluido su peregrinación y que al día siguiente se van para Madrid. A mi
mañana me toca llegar al camino francés.
|
Gradefes |
La confluencia del Camino Vadiniense con el Camino Francés
se produce, o bien en Mansilla de las Mulas, bien en Puente Villarente. En
ambos casos el camino a seguir desde Gradefes lleva al peregrino hasta San
Miguel de
la Escalada,
donde uno debe decidir si continuar por
la Ruta por Mansilla o dirigirse a Puente Villarente
por
la llamada Ruta Monumental.
El desvío se encuentra convenientemente señalizado.
|
Estoy solo en la habitación... |
Mi intención es llegar mañana hasta Puente Villarente, para al día
siguiente cubrir los poco más de diez kilómetros que separan esta localidad de
León y una vez allí dar por concluida mi andadura por el Camino Vadiniense.
Pero eso ya formará parte del siguiente post.
Hoy, aquí en Gradefes,
me voy a dormir en torno a las 22:30.