14 octubre 2014

Camino Vadiniense. Etapa 10: Riaño - Cistierna

Martes, 17 de septiembre de 2013 

37 km 9 horas 

Vistas desde la cama
Durante la tranquila noche junto al embalse de Riaño la luna llena se va adueñando del cielo. A las 3 el poderoso influjo de la luna me despierta y me invita a disfrutar del increíble panorama que supone verla reflejarse junto al cielo lleno de estrellas en las aguas del embalse. Las montañas recortadas al fondo sirven de marco para este bucólico cuadro. Después de un rato de deleite y tras este enorme disfrute de los sentidos, vuelvo a caer en los brazos de Morfeo…

El embalse con  luces nocturnas
Amanece un nuevo día en esta ruta Ruta Vadiniense. Hoy va a ser un día largo. La etapa que debo afrontar discurre a través de los 37 kilómetros que separan Riaño de Cistierna, centro de operaciones de la Asociación de Amigos de este camino Vadiniense que tanto ha hecho por su difusión, donde además mantienen un albergue de peregrinos.

Son las 7:15 cuanto abro los ojos y continúo gozando de las vistas que me ofrece el embalse, ahora en modo amanecer. Después de veinte minutos de contemplación, me decido a salir del saco y asearme.

Nuevo día en Riaño
Peregrino en Riaño
En torno a las 8 me acerco a la casa de los propietarios del Albergue a desayunar. Me recibe su gran perro con alegría matutina.  Tomo mi primera comida del día compuesta por café con leche y tostadas con mantequilla y mermelada de melocotón.

Iglesia de Riaño
Cruzando el puente
Procedo al pago por la pernocta y el desayuno. Son 15 €, un precio más que adecuado teniendo en cuenta el marco incomparable en el que he pasado la noche. Son casi las 9 de la mañana cuando me despido de Natacha, la dueña del lugar y me dispongo a bordear la parte izquierda del embalse para posteriormente abandonar Riaño atravesando un largo puente de más de un kilómetro sobre las aguas.
El cordón no aguantó más
Ermita de la Virgen de Quintanilla

En esta primera parte del camino debo seguir la carretera hasta llegar al pueblo de Carande, a unos 4 kilómetros de Riaño. El día ha amanecido despejado, aunque algunas nubes coquetean con las montañas que bordean las aguas.


Nubes coqueteando con las cumbres
Llegando al tunes de la Remolina
Yendo por la carretera paso por un túnel. Unos minutos después, comienzo a notar la bota derecha algo floja. Pienso que se me ha desatado el cordón, pero no. Se me ha roto, por lo que debo hacerle un apaño de urgencia en forma de nudo y ale, ¡tira millas!

Desde Carande hasta Horcadas vuelvo a caminar por un camino de tierra con vistas chulas.
 Presa de La Remolina
Túnel de La Remolina
Veo algunas señales del Camino aquí y allá, así como flechas amarillas en algunos lugares confusos. Bajo hasta el conjunto de casas que conforman Horcadas y por una carretera local subo de nuevo hasta la nacional. Camino por ella unos tres kilómetros más para llegar a un nuevo túnel y una nueva presa.

Señales
Cerca de Las Salas
Antes de salir del túnel de Remolina y sin llegar a pisar la presa, un desvío bien señalizado a mano izquierda me saca por otro túnel solo para peatones y me lleva a una pista en descenso pronunciado que me conduce a los pies de la presa por la parte izquierda. Antes de descender, me acerco a hacer unas fotos desde lo alto de la presa.

Comienza la calzada romana
Atravesando bosques
Una vez abajo, unas flechas amarillas indican el camino a seguir junto al río. Decido hacer mi primera parada del día, que he demorado más de la cuenta, ya que llevo más de tres horas caminando sin descanso. Doy buena cuenta de una coca cola y unos donetes.

Crémenes
Restos de calzada romana
Es ya mediodía y debo continuar con la etapa. Enseguida llego a las inmediaciones de Las Salas, donde comienza una calzada romana que me conducirá hasta Valdoré. Es un tramo de algo más de 10 kilómetros que aprovecha los vestigios de esta antigua vía de comunicación y me lleva a ratos por unos parajes preciosos junto al Río Esla, y en algunos tramos sigue pequeñas y olvidadas carreteras con escasísimo tráfico.

Llegando a Crémenes
Más restos de la calzada
Durante más de dos horas camino tranquilamente por este bello tramo del Camino Vadiniense hasta que llego a una parte más bonita aún, en la que el camino asciende ligeramente para superar un pequeño desfiladero. Desde la altura se puede observar abajo la carretera y el río.

Vistas antes de llegar a Valdoré
Paso entre piedras
Desciendo suavemente hasta llegar al punto en que la carretera entra en Valdoré. Unos metros antes paro a recuperar energías en el Bar-Restaurante Ventasierra. Son las tres de la tarde, un buen momento para dar cuenta de un bocadillo de cecina y una coca cola.

Bocadillo de cecina
Flecha en Valdoré
A las 15:30 reanudo la marcha. Desde Valdoré se puede continuar hasta Cistierna por la carretera, pero es tedioso y horroroso. El camino está bien señalizado siguiendo pistas ciclistas y algún que otro senderillo estrecho junto al río muy agradable en días de calor como este en el que yo me encuentro.
Camino a Verdiago
Río Esla, bastante caudaloso

De todas las maneras, siga la variante que siga, son unos trece kilómetros y personalmente, la alternativa señalizada por senderos es mucho más atractiva. y menos pesada para mis pies.

Siguiendo las flechas amarillas salgo de la carretera en un punto de Valdoré (flecha en un bordillo) después de pasar un puente.
Seguimos junto al río Esla
Puente colgante entre Alejico y Aleje

Cojo un camino de grava que en una media hora me lleva hasta Verdiago. Vuelvo a cruzar el río por un puente y continúo caminando por un camino de arena que en unos diez minutos se convierte en un senderillo entre el monte y el río Esla por el que camino adentrándome en un bosque de robles.
Otro puente que no debemos cruzar
Caminando hacia Sabero
Paso por algún pequeño merendero y llego hasta un puente colgante como los de las películas de Indiana Jones. El camino no lo atraviesa, pero yo me animo a cruzarlo por aquello de la aventura y para hacerme unas fotos. Voy y vengo por el puente y continúo por el margen derecho del Río Esla hasta llegar en un par de minutos a Alejico.

Merenderos junto al Esla
Lavadero de carbón de Vegamediana
Continúo por una carretera junto río. Decido hacer una última parada en torno a las 17:30 aprovechando uno de los múltiples bancos que jalonan el camino.
Un quad rompe la tranquilidad
Restos de la explotación de carbón
Tras tomar aliento, vuelvo a caminar hasta llegar a un punto donde puedo observar lo que queda de unas minas abandonadas. El camino atraviesa el lugar por el medio. Paso junto a edificios medio derruidos, con restos de cristaleras enormes destrozadas, montañas de carbón, restos de las antiguas vías que comunicaban unos lugares de explotación con otros, escombreras, lavaderos de carbón...

Restos de las vías de las minas
Cuando estoy atravesando este lugar me cruzo con un muchacho en un quad que hace mucho ruido y levanta mucho polvo.

Después de cruzar por estás antiguas explotaciones de carbón ya solo me queda continuar caminando por una zona ancha con el suelo de tierra oscura hasta llegar hasta un canal. Continúo caminando a su vera hasta llegar a una zona donde unos carteles alertan de peligro por desprendimientos, para llegar enseguida hasta la nueva carretera de circunvalación de Cistierna, que queda a mi izquierda.

Ya queda poco para Cistierna
El suelo oscuro por el carbón
Ya solo queda subir por la carretera hasta alcanzar el puente sobre el Río Esla que me permite entrar en la población. Para llegar hasta el albergue debo caminar hasta el centro del pueblo. Después de alguna que otra vuelta llego hasta la puerta, pero está cerrado. Llamo al primer teléfono que figura en la puerta y no me lo cogen. Con el segundo tengo más suerte. El hospitalero viene en un rato y me abre.

Uy, que peligro!!
Son ya las 18:30. El día ha sido muy largo. Charlando con el hospitalero me da la mala noticia de que no tienen agua caliente ya que tienen la caldera rota. A cambio me dice que mientras dure está contingencia no cobran los 5 eurillos que tienen establecidos.
Pues si que hay desprendimientos...

Me parece honesto por su parte. Supongo que algo dejaré de donativo de todas formas, ya que su amabilidad y la labor realizada por su asociación me parecen muy valiosas y dignas de admirar.

Me encuentro con que hay dos peregrinos que también están haciendo el Camino. Hoy han hecho una etapa más corta desde Crémenes (a mitad de camino desde Riaño).

Ya queda menos...
Saliendo a la circunvalación
Me doy una ducha "fresquita". Por suerte, con el calor que he pasado durante toda la jornada no me supone mucho esfuerzo ponerme bajo el agua fría y me supone un buen estimulante y relajante después de una etapa de tantos kilómetros como la de hoy.

Al fin... Cistierna!!!
Una vez duchado, doy una vuelta por el pueblo. Bajo a comprar a un supermercado. Como tienen microhondas, decido comprarme una pizza barbacoa para cenar y una copa de chocolate de postre.

A pesar de los carteles, me pierdo...
Vuelvo al albergue, donde tomo unas patatas de aperitivo mientras escucho la goleada que le endosa el Madrid al Galatasaray en partido de champions league (1-6). El albergue tiene un salón, donde se encuentra el microondas y una neverita, con unos sillones muy cómodos. Es el lugar donde se ve que hacen las reuniones de la asociación.

Chispas 100!!!
Llegué!
Ceno la pizza y charlo un rato con uno de los peregrinos que también pernoctan en el albergue. Es de Orihuela. Comentamos nuestras experiencias por los varios caminos que ya hemos realizado. En un rato se va a la cama.

Yo vuelvo al salón, me tomo un vasito de leche y me voy a dormir, que ya toca.